La sal que da alegría a todas tus recetas
Marina, de roca gourmet… Aunque todas poseen nutrientes muy parecidos, sus diferentes aromas, colores, texturas y sabores aportarán un toque único a tus platos.
MARINA:
De gránulos grandes, contiene yodo (favorece el funcionamiento del tiroides) y se disuelve fácilmente. Es estupenda para pastas y arroces.
KOSHER:
Su traducción del hebreo es “pura” (sin aditivos). Gruesa y densa, es perfecta para verduras y carnes (de hecho se usa para su conservación).
GRIS ROSÁCEA:
Su nombre real es Kala namak o negra de la India y es rica en hierro. Su sabor “sulfuroso” (recuerda al del huevo) va bien con ensaladas y fritos.
COMÚN:
La de mesa, muy fina, es la más utilizada. Com alto contenido es sodio y yodo, se disuelve bien y es ideal en guisos y cocciones de todo tipo.
FLOR DE SAL:
Se trata de los cristales que se forman en la superficie de las salinas y se recogen a mano. De sabor delicado, señale junto al servir el plato.
AHUMADA:
Por su fuente aroma (se sahúma sobre el fuego de leña), se usa como especia. Es ideal para carnes al horno y a la plancha y para aves y pescados.
MALDON:
De gran pureza y fuerte sabor, es la sal en escamas más famosa. Perfecta con carnes y pescados ya cocinados, sobre todo a la plancha y a la brasa.
DEL HIMALAYA:
Sus cristales rosados, algo amargos, van bien con platos salados y dulces. A pesar de su nombre, solo se obtiene en una mina de Pakistán.
NEGRA DE HAWÁI:
Se extrae de salinas con rocas de lavas -de ahí su color-. Su sabor, ligeramente ahumado, está indicado para ensaladas, mariscos y ceviches.