Ideas perfectas para aprovechar las hiervas frescas
Haz una mantequilla saborizada.
Las mantequillas saborizadas son súper fáciles de preparar y proporcionan un delicioso toque final a casi cualquier plato. ¿La mejor parte? Es totalmente personalizable a las hierbas y especias que te gustan.
Añádelas al fuego en la parrilla:
Las hierbas fuertes y leñosas como la salvia, el romero y el tomillo pueden hacer frente al calor e infundir
un sabor sutil en tus carnes y verduras a la parrilla. Asegúrate de tirar unas cuantas hierbas más sobre la parrilla antes de servir, para añadir un toque terroso y ahumado a la guarnición.
Mézclalas en un cóctel:
Hacer un sencillo jarabe de infusión de hierbas es una manera rápida y fácil de añadir un delicioso elemento sorpresa a los cócteles en tu próxima fiesta. Y si te sobra, puedes utilizar el jarabe de hierbas en un postre o para endulzar salsas y adobos. (O, por supuesto, preparar otro cóctel.)
Prepara un aceite saborizado:
Al igual que una mantequilla saborizada, el aceite saborizado con hierbas le otorga un acabado muy especial a una variedad de alimentos. Pruébalo rociado sobre pizza, o como un reemplazo para el aceite de oliva en un aderezo de ensalada.
Añádelas a un plato dulce:
La mayoría de las hierbas frescas se consideran estrictamente una delicia en platos salados, pero esto no tiene por qué ser el caso. ¡Y no hablamos sólo de la menta! Las hierbas como la albahaca, el tomillo y el estragón añaden una dulzura sutil que funciona muy bien en muchos postres, como en este postre de ciruelas con mascarpone de albahaca, y estas tostadas francesas con ricota y frutillas al tomillo limón.